On June 17, right-wing candidate Ivan Duque won the presidency over leftist candidate Gustavo Petro in what were the first presidential elections since the 2016 peace deal was struck with the former Revolutionary Armed Forces of Colombia (FARC) and the government. The two candidates, representing opposite poles in Colombia’s political spectrum, declared contrasting positions on economic development, the peace process and national security. However, the one pivotal difference is that Duque, the president-elect, seeks to throw out the current peace deal between the government and former FARC members in favor of a new, less amicable one – which could involve former members of the group being jailed.

Meanwhile, the U.S. government has continuously pressured the Colombian government to conduct forced eradication programs and violate Section 4 of the Peace Accords, which works to minimize coca production via voluntary substitution programs. These forced eradication programs instruct military officers to go into farmers’ homes, terrorize them and destroy all of their crops, such as the 2017 massacre in Tumaco, which was not a random act, but instead an extension of the forced eradication programs that the U.S. is promoting.

Join us for an eyewitness report on the elections process, what is at stake as Peace Accords need to survive during a crucial time where social and economic reform are needed, and the role U.S. imperialism played in the decision of the Colombian elections.

$3-10 donation, no one turned away for lack of funds.
Refreshments provided. Wheelchair accessible.

Viernes, 28 de sept., 7pm
2969 Calle Misión, SF

Primero Mano Sobre Colombia:
Las Elecciones, los Acuerdos de Paz y el Imperialismo Estadounidense

El 17 de junio, el candidato de derecha Ivan Duque ganó la presidencia tras vencer al candidato de izquierda Gustavo Petro en las primeras elecciones presidenciales desde que se firmara el acuerdo de paz en el 2016 entre las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno. Los dos candidatos, quienes representan a polos opuestos en el espectro político de Colombia, presentaron programas opuestos en cuanto al desarrollo económico, el proceso de paz y la seguridad nacional. Sin embargo, la única diferencia fundamental es que Duque, el presidente electo, está intentando desechar el acuerdo actual de paz firmado entre el gobierno y los ex miembros de las FARC a cambio de uno menos amistoso—uno que podría terminar con los ex miembros del grupo tras las rejas.

Mientras tanto, el gobierno de EE.UU. ha presionado continuamente al gobierno colombiano para llevar a cabo programas de erradicación forzada que violen la Sección 4 de los Acuerdos Paz, la cual busca disminuir la producción de coca mediante programas de sustitución voluntaria. En estos programas de erradicación forzada los militares podrían entrar a los hogares de los agricultores para aterrorizarlos y destruir todos sus cultivos, como sucedió durante la masacre de 2017 en Tumaco. Esto no sucedió al azar; fue parte de los programas de erradicación forzada que los EE.UU. está promoviendo.

Acompáñenos para un informe de primero mano sobre el proceso electoral, de lo que está en juego ya que los Acuerdos de Paz necesitan sobrevivir en un momento decisivo en el que se necesita una reforma social y económica y el papel que jugó el imperialismo estadounidense en el resultado de las elecciones colombianas.

Se solicita una donación de $3 a $10. Todos son bienvenidos con o sin fondos.
Habrán antojitos. Acceso para silla de ruedas.